"Las cenizas de Ángela"

Reseña de África 

LAS CENIZAS DE ÁNGELA

        Es una novela escrita por Frank McCourt, publicada en 1996. El autor comenzó a escribir esta novela a los sesenta años de edad, y en ella narra su dura infancia en Irlanda en los años treinta y cuarenta. 

        Frank nació en Brooklyn, en la época de la Depresión americana. Tras él, nacieron Malachy, los gemelos Oliver y Eugene, y una niña llamada Margaret. Pero después de la muerte de Margaret, sin apenas un año de vida, los padres, Malachy, que es el más afectado por la muerte de su pequeña hija, y Ángela McCourt deciden mudarse a Irlanda. Aquí es donde se desarrolla la historia, especialmente en Limerick, en los suburbios. La familia no tiene suficiente dinero para criar a todos sus hijos, ya que el padre no trabaja, y cuando lo hace se gasta el dinero del sueldo en los bares, bebiendo cerveza negra. En Irlanda deben afrontar la muerte de los gemelos por una enfermedad, aunque años más tarde Ángela dará a luz a Michael y a Alphonsus. Así transcurre la infancia de Frank, entre la miseria y la pobreza, en casas tan mugrientas y destartaladas que no se puede vivir, aun con la ayuda que la Conferencia de San Vicente de Paul les daba. Ángela hacía todo lo posible por culturizar a sus hijos y siempre luchó por llevarlos al colegio, aunque allí Frank y Malachy harán tanto amigos como enemigos. Su vida también estará marcada por la enfermedad, como consecuencia de vivir en la pobreza y Frank pasa un tiempo horrible en el hospital por haber contraido tifus. Durante un tiempo, el padre de la familia debe ir a trabajar a Inglaterra, pero después de un periodo tranquilo, Malachy deja de mandar dinero a su familia y lo obligan regresar. Frank, mientras, hace la comunión y trata de confesarse regularmente porque su colegio lo obliga. A los catorce años, su madre decide que debe tratar de llevar algo de dinero a casa y empieza a trabajar como chico de los telégrafos, así conoce a Theresa, con la que tiene una fugaz historia de amor, antes de que ella muera. También trabajó durante un tiempo escribiendo cartas y como repartidor de periódicos. Finalmente, a los diecinueve años, Frank vuelve a América, un atisbo de luz entre tanta oscuridad.

        En mi opinión, el libro es muy duro, pero es una obra maestra. El autor narra su infancia y describe tan bien la situación en la que se encontraba, rodeado de miseria, que parece que lo estás viviendo. Si algo se puede destacar de este libro son las excelentes y realistas descripciones, tanto de la situación en la que se encontraba como del barrio en el que vivía. Es sorprendente que Frank haya sobrevivido a una infancia tan horrible, y también sorprende la forma en que lo cuenta, con compasión, humor y esperanza. No solo se aprecia la situación del propio autor sino también la de la gente que les rodeaba, sus vidas marcadas por el hambre y la muerte. Parece increíble que su historia sea algo real. Personalmente siento una profunda compasión por la madre, Ángela, ya que tuvo que intentar salir adelante para cuidar de sus hijos mientras que su marido era un alcohólico. Recomiendo este libro porque te hará replantearte muchas cosas y concienciarte de la situación en la que vivieron, y viven, algunas personas.